Hace cosa de dos años, en 2007, estaba hablando con un compañero de la EUITIO acerca de las tendencias del mercado. En todo ese tema, salió a relucir el que yo fuera usuario Mac (por aquél entonces usaba un iBook). Argumenté que los precios estaban bajando, que la calidad era buena y que se estaba convirtiendo cada vez más en una opción de productividad en vez de en un capricho de lujo.
Recuerdo claramente que dije “en un par de años la gente llegará a salas de ordenadores o a casa de sus amigos, verá un Mac y no pensará que es algo extraño traído de un universo paralelo… incluso será posible que ellos también lo usen.”
¿Por qué saco esto ahora? Bueno, han pasado dos años y ¿cuál es la cuota de Mac? Un nada despreciable 10% (9,77% este Marzo) sin contar iPhone ni iPod Touch.
Podemos pensar que sus productos no son tan buenos como reza su publicidad (bueno, de hecho es que es difícil pensar que sea como dicen), que aun siguen siendo más caros que la competencia o que sus políticas y licencias son una patada en el culo a los usuarios. Pensemos lo que pensemos, lo que está claro es que han venido para quedarse.
