Hace unos meses traduje el texto “Pensamientos sobre Flash” de Steve Jobs acerca de los motivos que le llevaron a no incluir Flash en sus dispositivos. Al margen de la tremenda hipocresía de la que Jobs hace gala en su texto, lo cierto es que a Flash no le faltan detractores.
Como comentaba Guti, Flash está sobre-utilizado y con CSS3 y HTML5 quedan pocos casos que justifiquen su uso. Sin embargo, esta vez quiero hablar de la (merecida) humillación pública que está sufriendo Adobe.
Quienes hayan actualizado recientemente su Firefox y tuvieran una versión desactualizada de Flash habrán recibido un mensaje informándoles del peligro que corren y pidiéndoles encarecidamente que actualicen. Supongo que la publicidad para Adobe no es excesivamente buena… pero no tienen de que preocuparse, va a ser aun peor.
Google ha tomado la decisión de bloquear ciertos plug-ins desactualizados para evitar brechas de seguridad. Supongo que es cuestionable, pero creo que todos los productos deberían tomar la misma determinación.
Este movimiento me sugiere algunas preguntas: ¿Cuánto tardará Flash en ver reducida drásticamente su cuota de mercado? ¿Es lícito que un programa bloquee a otros? ¿Deberían todos los programas negarse a funcionar si no disponen de los últimos parches de seguridad?