La verdad es que lo echaba de menos. Esta mañana, a eso de las 13:00, toqué con la banda de música de Mieres tras el parón de verano.
El concierto fue en requejo, el sitio sidrero tradicional de Mieres, y para ser sincero la gente pasó bastante de nosotros. Claro que era de esperar, la gente estaba atendiendo a su culín de sidra y poco importaba que alguien estuviera “haciendo ruido”, apuesto a que a más de uno le molestamos.
Me alegro de haber seguido tocando a pesar de haber dejado la (por cierto, mal tratada en España) carrera de música. A pesar de poder dedicarle poco tiempo, me sigue encantando llegar a los ensayos y poder tocar con los que son mis amigos desde hace años… más aun cuando algunos de ellos son auténticos profesionales :-)
En fin, que deberíamos cuidar más nuestras cosas y plantearnos por qué, tanto en Mieres como en otras ciudades/pueblos, hay tantos bares y sidrerías y, muchas veces, ni un sólo teatro.